martes, 9 de marzo de 2010

Mis pánfilos vértigos.


Hace un tiempo que no escribo, no puedo: el hospital me mata; estoy cansada (y tener mi doble ciudadanía y un título bajo el brazo me tienta a huir). Se que a veces no es mejor escaparse de los problemas que surgen…pero cada vez aguanto menos. Si, aguanto menos a la sociedad. La gente me resulta pedante. Y siempre sentí que para el resto-menos mi familia, sacando a veces a mi madre-tenía que rendirles cuentas.
Si las vengo rindiendo desde que termine el colegio: primero rendí cuenta a mis amigas:
- La gente se recibe rápido por que estudia en una privada (esta tontería la volvía escuchar el otro día de parte de una amiga) y me la aguante haciendo mutis.
Cuando inicié medicina todas me tiraron abajo a El Salvador (USAL para los amigos) y yo llegue hacerme planteos estúpidos muy estúpidos, hasta que mi sabio abuelo me los quito. Y seguí adelante – pero no por comprar un título idiota- si no por tener el culo aplastado en la silla durante años. Pero siempre la UBA es mejor para algunos que para otros. Así también sufrí mi recibida y la no buen vista de algunos de mis amigos doctores. Pero soporte y calle.
Aclaro: hoy en el hospital somos mitad UBA y mitad USAL y no hay diferencias…. ¿le tendría que haber contestado eso a mi amiga?....no, lo dejo pasar.
Creo que sobrellevé esas críticas bastante tiempo por no perder la amistad de tantos años…aunque si lo pienso mejor mis amigos son los que elegí de la universidad y con los que pienso seguir el resto de mi vida. El resto personas que veré cada tanto y que obvio sabre con una mirada que le pasa y estaré para cualquier momento, pero que no se si estarán siempre a mi lado en todo momento.
Violeta es doctora, nos recibimos juntas. El día que la conocí fue hace ya seis años.
Yo arrancaba mi inicio a ese mundo desconocido. Cursaba todos los días en un curso intensivo para ingresar en un mes a medicina. La primera vez que la percaté pensé ¿Y esta loca? Luego éramos como chanchos con 24 HS de conocernos. Ese fue el día que conocimos a Marucha (no me creía que hacía ese poco tiempo que hablaba con ella) a los días nos hicimos amigas de Rulo (o Martín), y Toto (o Mariano).
Formamos un super trío (que tenía la meta de recibirse todos juntos) así conocimos a Marcos, Verito, Laura, y Joaquín. Ese grupete tenía un objetivo que era salir del Fernández en conjunto. Y fue nomás de esa manera. No te miento si te digo que llore más que cuando termine el colegio. Tenía miedo de ser una mala doctora (y si no estudie en la UBA…) pero mis temores se disiparon cuando arranque la residencia y el doctor dijo: ¡que felicidad mucha gente de Callao y Tucumán!
La verdad que no se por que salte con esto. Será que hoy estoy melancólica (típico día de mujeres) y que pienso en eso, en un viaje, en irme. Obvio el hombre del campo ni piensa en España como medito yo. Si lo registra, es para un simple viaje. Yo no.
Eso me inquieta, me inquieta que cada vez me guste más estar afuera y poco adentro, me acelera la mente en pensar que hoy mi hermano registro con la cámara nieve en Barcelona y que él también piensa en no retomar…..
Me voy. Me quede sin ganas de escribir. Feliz día de la mujer (atrasado). Igual odio las fechas. Pero bueno, JP se porto: me regalo una flor y una cena, si aunque eran milanesas de sojas no me importó, valió su intención.
Ah y para vienes volvimos a ver (por enésima vez) una película que seguro estas harto de que te la nombren: Solo digo ¿Qué grande esta tarjeta? Nooooo, ¡¡¡Que grande Campanella!!!.
Y aprendete esto: Los ojos hablan.....